La construcción que los seres humanos realizan sobre su mundo natural, social, cultural, político o místico ha sido objeto de estudio de la antropología en tanto las imágenes y representaciones en el arte, el cine, la publicidad y los medios de comunicación, han sido interpretadas como una construcción social o producto cultural formado desde la perspectiva de los sujetos.

En la medida en que estas construcciones sociales se conforman a partir de las características individuales, grupales, aptitudes, habilidades, preferencias, etc., que se adscriben a los grupos sociales, las representaciones se tornan identitarias, ya que “la relación con la imagen de uno mismo parte de un aprendizaje cultural y social, configurándose en las formas de interacción social” (Lévy-Bruhl, 1927).

La representación de la mujer en el arte, el cine, la publicidad y los medios de comunicación conforma la identidad de la mujer en tanto refleja la construcción social y cultural que le adscribe la sociedad, y por otro lado, reproduce, los estereotipos y roles de género que se le asignan. En tanto los estereotipos y roles de género se construyen de manera jerárquica y desigual, posicionando a la mujer en un lugar secundario en la sociedad, las representaciones ideológicas y estéticas que se dan de esta en el arte, el cine, la publicidad y los medios de comunicación, expresarán también esta discriminación de género.

Esta discriminación de género se traduce en la invisibilización de la mujer y el posicionamiento en el relato mediático e histórico desde su articulación en el discurso hegemónico patriarcal.

Por tanto, es necesario (re) construir una comunicación en igualdad de manera que las representaciones ideológicas y estéticas que se den en los ámbitos comunicativos no perpetúen la desigualdad de género y los estereotipos de género.

La comunicación en igualdad se ha de centrar en la creación de productos, procesos y prácticas comunicativas que cuestionen el plano simbólico de las representaciones desde lo social, desde la acción y (re) construcción del discurso hegemónico. Se torna imprescindible observar la realidad social desde una perspectiva crítica, que aborde el paradigma establecido y lo cuestione, como paso necesario para conseguir la igualdad de género.

Con el paso del tiempo, los estudios feministas del arte, la cinematografía y la publicidad han complejizado los análisis de las representaciones femeninas, al entender que también son producto de relaciones de poder, jerarquizadas que invisibilizan ciertos productos culturales a favor de la herencia del discurso androcéntrico y hegemónico.

Es por ello, que los medios de comunicación son una herramienta esencial para que la representación de las identidades de género, sexuales y no imperantes encuentren su espacio mediático.

Este es uno de los enfoques que consideraremos en la elaboración del Plan de Igualdad que acabamos de iniciar para la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) – Societat Anónima de Mitjans de Comunicació (SAMC) (À Punt Media).

Photo by Creedi Zhong on Unsplash

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